La necesidad de recrear nuestras vidas, interpretarlas y darles sentido es una necesidad y al mismo tiempo una responsabilidad. El escritor Enrico  Deaglio ha convenido la fantástica historia de Giorgio-Jorge Perlasca con calidad literaria, pero igualmente con absoluto rigor histórico en la obra La banalidad del bien. El relato biográfico de Perlasca es una fábula de lo posible; aquello que el hombre puede hacer, sobre la luminosa premisa de abrazar una idea de humanidad, ajena a fronteras culturales, pasaportes, etnias, lenguas, religiones e ideologías. Es una historia de una versión ilustrada de la humanidad en la época más abyecta de la Europa del siglo XX, extraordinaria, casi imposible, y por ello humana.

La Biblioteca de Literatura y Derechos Humanos de Berg Institute ha querido entrelazar diversas narrativas que permitan desde la literatura conocer más y mejor el relato humano en su compromiso de defensa de la dignidad y la humanidad “del otro” y ser una referencia de cómo proteger en el siglo XXI los derechos humanos con solidaridad, imaginación y compromiso responsable.

Con Perlasca entendemos que el bien no necesita de héroes para la Historia, sino la simple acción humana de comprender qué somos en la medida que miramos el rostro del otro y lo asumimos como nuestro propio reflejo. El bien no es algo complejo, sofisticado y elaborado. El bien surge de la con-miseración, de ser capaz de sufrir con el otro y hacer de su sufrimiento algo propio. Se trata de la co-responsabilidad con el que sufre persecución, odio y exclusión. A través de las víctimas accedemos a la Verdad que sólo puede ser develada por la víctima en su íntimo relato de la iniquidad sufrida. No hay humanidad sin acogida y cuidado del distinto, de las otras personas. Porque no somos seres humanos por nosotros mismos, lo somos en la medida que los otros nos reconocen como tales.

Este libro sirve para conocer el principio de humanidad, que desconoce etnias, lenguas, culturas o religiones. Es el encuentro con el otro y la necesidad de ayudar al otro para completar nuestro sentido de humanidad. De responsabilidad.

“Me gustaría que los jóvenes se interesaran por esta historia, no solo para conocer lo que sucedió en Europa, sino sobre lo que en el futuro pueda acontecer y aprendan de la historia para, en su caso, hacer frente a una violencia similar”.

Giorgio Perlasca